jueves, 21 de mayo de 2009

Carroñeros y predadores

Especies beneficiadas
Los carroñeros -también llamados necrófagos- son animales carnívoros que se alimentan de cadáveres o restos mortales de animales que otros cazaron y mataron. Este tipo de alimentación es importante para los ecosistemas, por cuanto contribuye a la eliminación de restos orgánicos que será continuada por los organismos descomponedores.
Algunos ejemplos de animales carroñeros son los buitres (aves pertenecientes a las familias Accipitridae y Catharidae), los mapaches (gén. Procyon), mixines (peces de la familia Myxinoidea), el escarabajo de la carroña (gén. Nicrophorus, coleópteros de la familia Silphidae), las larvas de las moscas infladas (dípteros, familia Calliphoridae) o avispas de los géneros Vespula y Dolichovespula. Otros animales cazadores de gran tamaño, como hienas (carnívoros de la familia Hyaenidae), zorros o incluso leones (Panthera leo) pueden también comportarse como carroñeros.

Especies que ofrecen el beneficio
En muchos casos, los animales carroñeros se alimentan de otros que han muerto de forma natural. Por tanto, sólo podemos hablar de comensalismo cuando éstos se aprovechan de los restos que han dejado animales cazadores que han matado a las presas.

Relación e implicaciones
Los animales carroñeros están perfectamente adaptados a esta forma de vida. Así, por ejemplo, el buitre turco (Coragyps atratus) tiene una vista muy aguda y un excelente sentido del olfato, lo que le permite localizar fácilmente cadáveres en tierra mientras sobrevuela un área; por otro lado, como no se ve obligado a cazar y matar, posee unas patas y garras notablemente débiles. Además, puede evitar muchas infecciones gracias a su cabeza calva –que impide que bacterias presentes en la carroña puedan adherirse fácilmente a ella, al carecer de plumas- y su hábito de orinar sobre sus patas antes de manipular el alimento, ya que el ácido úrico destruye a las bacterias.

En algunas ocasiones, ciertos carroñeros ocasionales como las hienas o los leones, aprovechan su mayor fuerza y tamaño para arrebatar las presas conseguidas por otros predadores más pequeños. Así, como los segundos se ven claramente perjudicados, la relación de comensalismo se convierte en parasitismo.


Imágenes

Coragyps atratus
Nicrophorus antennatus
Crocuta crocuta

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